LIMPIEZA HÚMEDA
Inmersión: Un tanque con sistema de agitación bien por burbujas de aire o bien por paletas. La materia prima flota y la porquería va al fondo. La materia prima se introduce y se saca con una cinta transportadora.
Aspersión: Se trata de un tambor giratorio con duchas que riegan la superficie del producto con aletas para que el producto avance. Igualmente se puede utilizar una cinta transportadora con rodillos para que el producto presente todas sus caras. Habrá que tener en cuenta el volumen, presión de agua, temperatura, número de duchas y la distancia entre la ducha y el alimento. Por este método se pueden dañar materiales blandos y frágiles como fresas, espárragos, etc.
Flotación: La estructura consta con una serie de tanques consecutivos con una ligera inclinación. En el fondo del tanque hay una válvula que suelen abrir para eliminar los sólidos acumulados.
En el escaldado también se da limpieza del alimento aunque no es la finalidad de este proceso.
Existen otros métodos de limpieza húmeda como baños de espuma, cepillos y ultrasonidos. Los ultrasonidos son una serie de tensiones y relajaciones que se producen en el agua que provoca que la grasa y el polvo se suelten de la superficie del alimento. En cualquier caso, de momento este método no es demasiado utilizado en las empresas alimentarias.
LIMPIEZA EN SECO
Se emplea en productos resistentes de pequeño tamaño y poca humedad. Son métodos más baratos y menos aparatosos pero presentan el inconveniente de que forman polvo y se pueden producir explosiones cuando la concentraciones en el aire se aproximan a los 30 mg. / l. Además el polvo es peligroso para el trabajador que habrá de llevar mascarilla para no respirarlo.
AIRE: se pasa el alimento por unas cintas sin fin consecutivas a distinto nivel con ráfagas de aire entre cinta y cinta que hace que el material pesado caiga dado que la ráfaga no va a ser lo suficientemente fuerte para arrastrar a este material, y el más ligero sea transportado hasta la siguiente cinta.
Otro tipo de limpieza por aire se lleva a cabo con flujos de aire hacia arriba que lleva el material ligero hacia arriba y el pesado cae. Se puede regular la fuerza que lleve el aire según interese y así separar el material ligero del medio y del pesado.
Por métodos físicos, se aprovechan las propiedades de las partículas. Por ejemplo con una cinta sin fin inclinada en la que el material que rueda caerá hacia abajo y el resto será arrastrado por la cinta.
Igualmente existen separadores magnéticos en los que se coloca un imán sobre la cinta transportadora y se capturan las sustancias férricas. Hay que estar pendiente de limpiar el imán periódicamente porqué de lo contrario al sobrecargarse el imán por exceso de carga, ésta puede ser arrastrada por la materia prima que está pasando de forma continua. Los electroimanes se pueden vaciar cortando el suministro eléctrico, pero presentan el inconveniente de que si hay un corte de suministro eléctrico accidental la suciedad se irá con el resto del alimento. Actualmente, se está imponiendo la utilización de detectores de metales ya que detectan compuestos férreos y no férreos. Cuando se detecta un metal si es ligero se expulsa mediante una corriente de aire y si es pesado se elimina a través de una especie de braza mecánico.
Existen otros métodos de separación física como separadores de orificios de discos, etc.
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